La gente feliz sabe que el amor propio no es ser egoísta. Una persona feliz pone sus necesidades primero porque entienden que si cuidan de si mismos, ayudan a todos los demás. Si sacrifican sus propias necesidades con el fin de ayudar a los demás, saben que realmente no ayudan plenamente a la otra persona.
2. La gente feliz no se preocupan demasiado por el dinero
La gente feliz es generosa porque son conscientes de que cuanto más dan, más reciben, pero no esperan nada en cambio porque saben que más importante es crear una energía y mantener una mentalidad de abundancia que a largo plazo aporta más riqueza para ellos y para todos. En lugar de preocuparse por el dinero, toman medidas para hacer más dinero y crear más flujo. Algo que sucede a menudo porque hacen lo que les gustan cada día y eso crea una rica y profunda conexión con su propia vida. También se dan cuenta que no se necesita mucho dinero para ser feliz. Es la experiencia que hace que la vida valga la pena.
La gente feliz hacen que sus sueños se hagan realidad, se centran en sus objetivos sin miedo y en maneras muy resolutivas. La gente feliz suelen manifiestar sus deseos rápidamente porque creen en sus sueños, en sus capacidades y en su derecho de cumplirlos. Saben que la vida es corta y sienten que si no siguen sus sueños morirán. Es como si no hubiera otra opción.
4.La gente feliz sabe que el rechazo es parte de la vida
La gente feliz no toman el rechazo como algo personal. Saben que en el gran esquema de las cosas, la vida siempre les dará lo que realmente necesitan. Así el trabajo potencial que no pudo ser son signos universales que no era la mejor opción en ese momento. Confían en que algo mejor está en camino.
5.A la gente feliz no les importa si le gustas o no
A las personas más felices no les importa lo que otros dicen o piensan de ellos. La única cosa que importa es que se gustan a sí mismos y sus capacidades.
