¿Te has dado cuenta de que cuando estamos inmersos en trabajar por una meta que realmente nos apasiona la mayoría de nuestras preocupaciones parecen desvanecerse?
Nuestra mente tiende a enfocarse en las cosas que nos preocupan cuando no tiene algo más importante que hacer. Las personas felices suelen decir cosas como: “No tengo tiempo para preocuparme”. Y es cierto, están tan ocupadas persiguiendo sus objetivos y metas que no permiten a su mente que se centre en aquellas cosas que podrían situarlos en un estado “catatónico” de preocupación.


Debe estar conectado para enviar un comentario.