En una entrevista laboral, tu cuerpo debe expresar el mismo mensaje que tus palabras y el entrevistador puede captar esos detalles de incoherencias tan negativos. Piensa que podrá leerte como un libro abierto, por lo cual te animamos a que aprendas a:
- Acariciarse el mentón: Aceptación positiva, toma de decisiones.
- Palma de la mano abierta y hacia arriba: Sinceridad, buenas intenciones.
- Asentir con la cabeza mientras habla el entrevistador: Interés, escucha activa.
- Mirar directamente a la cara al entrevistador, pero no de forma excesivamente continuada: Interés, concentración, confianza en ti mismo.
- Sonrisa amplia y sincera: Imagen positiva.
- Postura relajada: Comodidad, nada que ocultar.
- Mantener una postura erguida y natural al estar sentados: Confianza, seguridad y sinceridad.
- Inclinación hacia delante: Atención o interés.
- Mantener una distancia óptima con el entrevistador (al menos 1 metro): Educación y respeto.
- Caminar erguido: Confianza y seguridad en sí mismo.
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